El tratamiento del agua con carbón activado es un sistema que permite el paso del agua “en bruto” a través de este para retener partículas. Y es que, gracias a su acción purificante, el carbón activado impide el paso del material en forma de partículas, dando como resultado líquidos libres de contaminantes.


EL CARBÓN ACTIVADO EN TRATAMIENTO DE AGUAS

En tratamiento de aguas, el tratamiento con carbón activado es un proceso de adsorción, en el cual los contaminantes se atrapan por adsorción en la superficie de las partículas del carbón.

Las partículas de carbón activado tienen una microestructura porosa con una superficie muy grande.

La eficacia de adsorción depende de: el tamaño de las moléculas, el tamaño de los poros, el área superficial, la concentración de partículas, la temperatura, el tiempo de contacto y otros parámetros.

 

El proceso de adsorción

La adsorción es un fenómeno de concentración de moléculas, o partículas, sobre la superficie de un sólido.

El «adsorbente» puede ser cualquier material sólido que tenga sitios activados, a los cuales el adsorbato puede fijarse.

El adsorbente comercial más común es el carbón activado.

 

Aplicaciones del carbón activado en tratamiento de aguas

La filtración con carbón activado se usa para:

Diferentes tipos de carbón activado eliminan diferentes tipos de contaminantes:

Sin embargo, los filtros de carbón activado no eliminan bacterias, virus, sales minerales etc.

 

¿Qué tiene de especial el carbón activado?

El carbón activado es un carbón que ha sido procesado para aumentar su área superficial a una magnitud de alrededor de 1000 m2/g.

Su estructura resulta en una cantidad muy alta de pequeños poros, entre los átomos de carbono y muy alta área de superficie.


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